TVE emitió hace tiempo Comprar, tirar, comprar, un documental sobre la obsolescencia planificada que informa como desde los años 20 se fabrican productos para que tengan una duración limitada, intentando favorecer un mayor consumo. Aunque ha sido retirado de la web de TVE, todavía puede verse en sitios como Youtube o Vimeo:
¿Cómo es posible que en 1911 una bombilla tuviera una duración certificada de 2500 horas y cien años después su vida útil se haya visto reducida a la mitad?
Baterías que se ‘mueren’ a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas… ¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?
Rodado en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana, Comprar, tirar, comprar, hace un recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 una influyente revista de publicidad norteamericana, “un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios”.
En el documental muestra las desastrosas consecuencias medioambientales que provoca esta práctica, pero no sólo se quejan del problema: también proponen varias ideas para ayudar a solucionarlos.